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viernes, 2 de diciembre de 2016

El pájaro y la tortuga

El pájaro y la tortuga
Esta historia gustará a los niños, porque la tortuga juega con el granjero para escaparse de la situación vergonzosa en que la dejó el pájaro. El juego, la traición, el engaño, la ingenuidad, cobran vida en este relato.
Útil para el trabajo en clase. 

El traje nuevo del emperador.

El traje nuevo del emperador

Para relatos, opiniones, recensiones, artículos periodísticos en la escuela. 

El pequeño fantasma.




Como en muchas de las historias para niños, este pequeño fantasma desea conocer lo que no posee. 

El delfín, un soñador

El delfín, la historia de un soñador

Bella historia que puede ser trabajada en la escuela y a partir de ella, proponer relatos, opiniones, argumentos, críticas, recensiones, artículos periodísticos. 

La abeja Maya, largometraje

https://www.youtube.com/watch?v=kB56YUolaAg

¿Desaparecen las abejas?

¿Qué pasaría si las abejas desaparecieran?
Este corto documental puede ser mostrado junto con algún capítulo de La abeja Maya. 

La abeja Maya, capítulo 1

El trabajo con videos suele ser muy productivo para la enseñanza de Lengua, porque interesa al niño, y se puede promover la elaboración de opiniones, relatos, explicaciones. 

martes, 11 de octubre de 2016

La voz media, su incidencia en los textos

domingo, 21 de agosto de 2016

Diapositivas: La gramática en la secuencia didáctica

Diapositivas: Fonemas y grafemas en la escuela

Diapositivas: Morfología y formación de palabras

viernes, 19 de agosto de 2016

La puntuación y el texto convesacional 2° entrega

La puntuación y el texto conversacional.

De la teoría a la didáctica de clase.

Segunda entrega



Carmen Leprei

  1. Algunas transgresiones a la norma de puntuación.

    1. De qué hablaremos.

Ya hemos explicado en nuestra primera entrega (noviembre de 2001) las normas académicas acerca de la puntuación conveniente en un segmento conversacional inserto en un texto narrativo. Los guiones y rayas de diálogo suelen ser una opción, las comillas que encierren las palabras del personaje suelen ser otra opción.
Pero existen oportunidades, cada vez más elegidas por los escritores contemporáneos, en que esta puntuación es transgredida. Esa transgresión, esa aparente desobediencia a las normas convencionales tiene mucho más de un significado.
Iremos viendo paso a paso cuáles son los contenidos literarios que estas desobediencias transmiten al usuario de una lengua y al lector real del texto literario en especial. También intentaremos explicar qué beneficios o perjuicios puede ocasionar didácticamente la utilización de estos textos en la dinámica de la clase. No debemos olvidar que el niño aprende su lengua por exposición. Está inmerso en una comunidad parlante y elabora sus hipótesis acerca de las estructuras lingüísticas desde lo que escucha. Lo mismo ocurre con la lengua escrita, en una gran medida. El contacto del niño con los textos escritos es lo que le permite construir hipótesis acerca de las regularidades de este código. La reflexión en clase surge de estas observaciones en los textos.
Por eso la elección de un texto es tarea difícil. Debemos elegir teniendo en cuenta los intereses de los alumnos, pero sabiendo que esa elección será un modelo para el educando. Si ese modelo es transgresor, entonces no sabrá a qué atenerse en sus producciones. No debemos educar para escritores, sino para escribientes. Los escritores vendrán después, cuando los escribientes tengan asumido cómo escribir.


1.2. Transgredir en qué y para qué.

Hay algunas aserciones que no por obvias deben ser olvidadas. Una de ellas es que para transgredir debemos saber primero qué transgredir.
Eso es lo que ocurre con el escritor. ¿Por qué sus transgresiones son aceptadas como rasgos de estilo, como mecanismos de decir contenidos ocultos, como elementos connotadores, y en cambio las “desobediencias” de los estudiantes son corregidas por el docente? Porque el escritor sabe qué, cómo y para qué; pero el estudiante lo hace porque desconoce qué, cómo y para qué.
Esta vez observaremos un capítulo de “Primavera con una esquina rota”, de Mario Benedetti. Allí veremos qué se hace cuando no se quiere seguir una puntuación canónica y qué consecuencias trae esto en el decir, en los contenidos literarios y lingüísticos del texto.


BEATRIZ (La polución)

Dijo el tío Rolando que esta ciudad se está poniendo imbancable de tanta polución que tiene. Yo no dije nada para no quedar como burra pero de toda la frase sólo entendí la palabra ciudad. Después fui al diccionario y busqué la palabra IMBANCABLE y no está. El domingo, cuando fui a visitar al abuelo le pregunté qué quería decir imbancable y él se rió y me explicó con muy buenos modos que quería decir insoportable. Ahí sí comprendí el significado porque Graciela, o sea mi mami, me dice algunas veces, o más bien casi todos los días, por favor Beatriz por favor a veces te ponés verdaderamente insoportable. Precisamente ese mismo domingo a la tarde me lo dijo, aunque esta vez repitió tres veces por favor por favor por favor Beatriz a veces te ponés verdaderamente insoportable, y yo muy serena, habrás querido decir que estoy imbancable, y a ella le hizo gracia, aunque no demasiada pero me quitó la penitencia y eso fue muy importante. La otra palabra, polución, es bastante más difícil. Esa sí está en el diccionario. Dice, POLUCIÓN: efusión del semen. Qué será efusión y qué será semen. Busqué EFUSIÓN y dice: derramamiento de un líquido. También me fijé en SEMEN y dice: semilla, simiente, líquido que sirve para la reproducción. O sea que lo que dijo el tío Rolando quiere decir esto: esta ciudad se está poniendo insoportable de tanto derramamiento de semen. Tampoco entendí, así que la primera vez que me encontré con Rosita mi amiga, le dije mi grave problema y todo lo que decía el diccionario. Y ella: tengo la impresión de que semen es una palabra sensual, pero no sé qué quiere decir. Entonces me prometió que lo consultaría con su prima Sandra, porque es mayor y en su escuela dan clases de educación sensual. El jueves vino a verme muy misteriosa, yo la conozco bien cuando tiene un misterio se le arruga la nariz, y como en la casa estaba Graciela, esperó con muchísima paciencia que se fuera a la cocina a preparar las milanesas, para decirme, ya averigüé, semen es la cosa que tienen los hombres grandes, no los niños, y yo, entonces nosotras todavía no tenemos semen, y ella, no seas bruta ni ahora ni nunca, semen solo tienen los hombres cuando son viejos como mi papi o tu papi el que está preso, las niñas no tenemos semen ni siquiera cuando seamos abuelas y yo, qué raro eh, y ella, Sandra dice que todos los niños y las niñas venimos del semen porque este líquido tiene bichitos que se llaman espermatozoides y Sandra estaba contenta porque en la clase de ayer había aprendido que espermatozoide se escribe con zeta. Cuando se fue Rosita yo me quedé pensando y me pareció que el tío Rolando quizá había querido decir que la ciudad estaba poniéndose insoportable de tantos espermatozoides (con zeta) que tenía. Así que fui otra vez a lo del abuelo, porque él siempre me entiende y me ayuda aunque no exageradamente, y cuando le conté lo que había dicho el tio Rolando y le pregunté si era cierto que la ciudad estaba poniéndose imbancable porque tenía muchos espermatozoides, al abuelo le vino una risa tan grande que casi se ahoga y tuve que traerle un vaso de agua y se puso bien colorado y a mí me dio miedo de que le diera un patatús y conmigo solita en una situación tan espantosa. Por suerte de a poco se fue calmando y cuando pudo hablar me dijo, entre tos y tos, que lo que tío Rolando había dicho se refería a la contaminación almoférica. Yo me sentí más bruta todavía, pero enseguida él me explicó que la almófera era el aire, y como en esta ciudad hay muchas fábricas y automóviles todo ese humo ensucia el aire o sea la almófera y eso es la maldita polución y no el semen que dice el diccionario, y no tendríamos que respirarla pero como si no respiramos igualito nos morimos, no tenemos más remedio que respirar toda esa porquería. Yo le dije al abuelo que ahora sacaba la cuenta que mi papá tenía entonces una ventajita allá donde está preso porque en ese lugar no hay muchas fábricas y tampoco hay muchos automóviles porque los familiares de los presos políticos son pobres y no tienen automóviles. Y el abuelo dijo que sí, que yo tenía mucha razón, y que siempre había que encontrarles el lado bueno a las cosas. Entonces yo le di un beso muy grande y la barba me pinchó más que otras veces y me fui corriendo a buscar a Rosita y como en su casa estaba la mami de ella que se llama Asunción, igualito que la capital del Paraguay, esperamos las dos con mucha paciencia hasta que por fin se fue a regar las plantas y entonces yo muy misteriosa, vas a decirle de mi parte a tu prima Sandra que ella es mucho más burra que vos y que yo, porque ahora sí lo averigüé todo y nosotras no venimos del semen sino de la almófera. (Mario Benedetti. Primavera con una esquina rota)


Este texto no obedece la normativa. Pero cuántas riquezas significativas se perderían si lo hiciera, o por lo menos, cuánta síntesis desaparecería si aparecieran los signos de puntuación que faltan.
Seguramente esta entrega no agotará el estudio de estos aspectos, pero intentaremos por lo menos esbozar un panorama general, que en la próxima entrega desarrollaremos.
Existen una serie de conceptos previos para entender lo que iremos explicando, y son los relativos al discurso referido. ¿Qué se entiende por referir un discurso? Es, simplemente, contar lo que otro dijo. Es el discurso de un enunciador citado por otro. Ese es el mecanismo del texto conversacional en una narración. Al lector le llegan las palabras del narrador, pero este se apropia de los discursos de los personajes, y los cita de diversas formas.
Existen formalmente cuatro distinciones de discurso referido. Supongamos, por ejemplo, que un narrador cita las palabras de un personaje que pregunta en el relato: “¿Vendrá Pedro?”. Este discurso de alguien a quien llamaremos Juan puede ser citado como sigue:

  • -¿Vendrá Pedro? -.preguntó Juan. Estaba inquieto.

Esta es una cita textual, que se denomina discurso directo. El narrador se apropia de las palabras del personaje y simula citarlas textualmente.

  • Juan preguntó si vendría Pedro. Estaba inquieto.

Ocurrieron en este caso cambios, porque es discurso indirecto. El narrador es el único que habla, no conocemos las palabras textuales de los personajes, y solo oímos la voz del narrador. Las palabras de Juan se diluyen en las de quien cuenta la historia. Los tiempos verbales cambian, y los presentes se trasladan a pretéritos, los pretéritos a ante-pretéritos.

  • ¿Vendrá Pedro? Juan estaba inquieto.

Como se verá, hay una transgresión en este caso. Desaparece la puntuación que refiere que esa pregunta fue formulada por un personaje. La pregunta parece formulada por el narrador como si alguien hablara, pero el responsable no es explícitamente aclarado. Queda por cuenta del lector descubrirlo. Esto trae más compromiso y más riesgo al lector. Su comprensión puede verse disminuida o enlentecida. Estos riesgos no son gratuitos y traen consecuencias riquísimas en los contenidos globales de los textos así puntuados. Es el discurso directo libre.


  • ¿Vendría Pedro? Juan estaba inquieto.

Se diluyen más las responsabilidades. El narrador cita al personaje pero las palabras del personaje no aparecen textuales. Hay un cambio en la temporalidad como si fuera discurso indirecto, pero no hay referencias claras de quién formula la pregunta, si el narrador o el personaje. Esta ambigüedad respecto de las responsabilidades tiene efectos en el discurso logrado y en el lector que lo recibe. Es como si viéramos el pensamiento del personaje atravesando el velo conceptual del narrador. Estamos frente al discurso indirecto libre. Las mentes quedan al descubierto, y el lector se enfrenta a lo que muchos llaman el flujo de la conciencia.
En el texto de Benedetti que hemos transcripto, el flujo de la conciencia es el de una niña, Beatriz, de quien vamos conociendo, a través de las sabias palabras elegidas por el productor del texto, sus sentimientos acerca del mundo que la rodea, de los familiares y amigos con los que se conecta. Sabemos qué siente por su madre, por su amiga, por su abuelo, por el “tío” Rolando. Asimismo, conocemos la ironía del narrador acerca de varios temas: el uso del diccionario que puede llevar a una comprensión falsa de lo que deseamos encontrar, la relación madre-hija frente a la ausencia de un padre, la relación nieta-abuelo, la figura del abuelo, las realidades políticas en un momento histórico del Uruguay y los sentimientos de los involucrados en esa historia, son algunos de ellos. ¿Y cómo se logra esa síntesis? Justamente por la opción elegida por el productor del texto: el discurso indirecto libre, combinado con el indirecto y el directo libre. La transgresión en la puntuación es algo más; es un mensaje aparte, que se suma metafóricamente a todos los demás; es el intento de describir el discurso y el pensamiento de una niña, que es naturalmente observadora y cuestionadora del mundo de los adultos. Una niña ávida por conocer el mundo en el que vive y por comprenderlo. Sus realidades son diferentes a las de los demás niños.
Podemos empezar por mencionar la ausencia total de comillas en el caso imprescindible de las citas del diccionario. El productor opta, para distinguirlas del resto de las palabras del discurso de la niña, por las mayúsculas. Es una opción válida para este texto en particular, pero no es la normativa. El lector, sin embargo, la comprende.
Podemos seguir por la ausencia de guiones, rayas de diálogo o comillas para citar las palabras de los personajes. ¿Cómo distinguimos quién habla? A través de otros recursos:

me dice algunas veces, o más bien casi todos los días, por favor Beatriz por favor a veces te ponés verdaderamente insoportable.

En este caso, el recurso es el tiempo verbal y el paradigma pronominal. Si fuera discurso indirecto, las formas serían “me pongo”; además, desaparecería el vocativo “Beatriz”.
Pero obsérvese la diferencia de contenidos implícitos que surgen de este otro enunciado “…me dice algunas veces, o más bien casi todos los días, que me pongo verdaderamente insoportable”. El contenido de ansiedad con semi-resignación que surge de las palabras de la madre desaparece, porque dejamos de oírla, para escuchar sólo las palabras de Beatriz, que filtrarían esos matices ilocutivos ocultos.
Para entender a quién corresponden las ironías, los comentarios, las preguntas, las respuestas, las manifestaciones de sentimientos, debemos tener claros los distintos niveles de enunciación que se fusionan en este texto, conformando lo que el lingüista Oswald Ducrot ha llamado “discurso polifónico”.
Nos llega a nosotros, lectores, la voz de Beatriz. Pero a través de ella, como si fuera casi su propia voz, aparecen las otras voces. Es el ingenio que se organiza a través de esta ausencia de puntuación, que nos permite recrear en nuestra mente las situaciones contadas con la precisión de quien las está viviendo y sintiendo. Pueden esquematizarse así, para representar las jerarquías de responsabilidad en la enunciación:




Narrador



Beatriz

Madre de Beatriz
Abuelo
Amiga de Beatriz
Madre de la amiga de Beatriz


Prima de la amiga de Beatriz


Cada uno de estos enunciadores, que será especialmente citado por Beatriz, es responsable de su enunciación, y es captada esa responsabilidad por la niña. Pero también, veladamente, aparece la voz del narrador que ironiza determinadas realidades. No es Beatriz quien puede hacer eso. Es demasiado pequeña. Sin embargo, es a través de sus palabras que el lector puede captar esas sutilezas. Nuevamente, es responsabilidad del productor del texto el lograr esa proeza.
No hay en esto nada de ingenuo. No hay puntuación olvidada. Hay una auténtica opción que nos lleva a terrenos en donde los contenidos se multiplican, de forma tan armoniosa y con tanta riqueza de matices, que el corto espacio que nos queda imposibilita que completemos la explicación. Será en la próxima entrega donde abundaremos en estos matices y en las sugerencias connotadoras del texto. También observaremos de qué manera pueden ser presentadas al estudiante estas transgresiones, y en qué niveles y cuándo conviene hacerlo.

(Junio de 2002)




i Carmen Lepre es Profesora de Idioma Español en Enseñanza Secundaria, dicta Teoría Gramatical para estudiantes de Idioma Español y de Literatura en el Instituto de Profesores “Artigas” y Lengua y Literatura en los Institutos Normales de Montevideo. Asimismo es profesora asistente en la Cátedra de Romanística y Español en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.   

La puntuación y el texto conversacional 1° entrega

La puntuación y el texto conversacional.

Carmen Lepre

Primera entrega.

1. Algunas consideraciones generales a modo de introducción.

Nos ocuparemos, en diversas entregas, de algunos aspectos especiales de la puntuación, que son los que conciernen a un tipo de texto especial: el texto dialogado, el texto conversacional, dentro del relato literario. Es este tipo de texto el que suele generar más dificultades a los docentes, dada la diversidad de enunciadores. En él existen, en efecto, un narrador, quien acerca palabras textuales de sus personajes de ficción. En esta interacción se centra de a ratos el relato, y tiene fines comunicativos específicos, que veremos ya cuáles son. Lo cierto es que el alumno suele utilizar la puntuación aparentemente de manera caótica, porque obviamente no conoce la normativa de la lengua escrita al respecto.
¿Cuántas veces hemos propuesto al alumno que acaba de escribir un diálogo con ausencia total de puntuación que lea su producto? Si lo hemos hecho, habremos visto que el alumno puede, por lo general, leer y comprender lo que acaba de escribir sin mayores dificultades. Sin embargo, si damos lo escrito a su compañero de banco, es probable que no pueda hacerlo. Esto no suele convencer al incipiente escritor para que modifique lo que ha escrito, porque “yo tengo la puntuación en mi cabeza”.
Entonces, ¿qué debe hacer un docente? ¿Por dónde debe empezar para respetar los procesos de aprendizaje del alumno?
Lo que no debemos perder de vista es que la ortografía es algo arbitrario, que posee sus propias normativas y que muchas veces no es sistemática. Es difícil para el alumno establecer hipótesis sobre algo que no posee regularidades absolutas y cuyas razones dependen en gran medida de la etimología y de la historia de cada palabra en particular. Muchas veces para explicar la ortografía de un término debemos acudir al latín, y no todo usuario de la lengua escrita puede hacerlo con propiedad. Es por eso que el maestro debe ayudar al alumno a construir su ortografía y a sistematizarla. El alumno, solo, no podrá nunca lograrlo. Correrá por cuenta de cada docente, entonces, la forma de trasladarlo a la didáctica de la clase para volcar al estudiante hacia una ortografía que lo jerarquice como escribiente. A través de juegos de inferencia o a través de juegos de observación, a través de la morfología, que ayuda mucho a descubrir regularidades (-oso, -izar, -azo, etc), o a través de las asociaciones fonema-grafema. Pero lo que no deberemos hacer es dejar al alumno solo en este difícil camino que deberá obligatoriamente transitar para convertirse en un escribiente jerarquizado.
Ahora bien, lo que no posee de sistemático la ortografía como notación de fonemas, lo poseen de sistemático dos de sus subsistemas: los usos del tilde y la puntuación. Cualquiera de estos subsistemas ortográficos posee normas especiales, que pueden ser contempladas por reglas sin excepciones (a diferencia de las demás reglas ortográficas).
Hay algo, no obstante, que los diferencia a ambos. Mientras los usos normativos del tilde no pueden o no suelen ser transgredidos, porque de hacerlo, muchas veces caeríamos en contradicciones semánticas (pensemos en: La sábana es azul y lisa / *La sabana es azul y lisa) , la puntuación muchas veces es transgredida por los escritores, buscando no sólo efectos estéticos, sino efectos de contenido que van más allá de la forma, como veremos.
¿Qué es lo que debe hacer un docente, entonces? ¿Cuál es el material escrito que deberá elegir para sus alumnos en la escuela como modelo de determinado tipo de texto? ¿Cómo deberá considerar la puntuación en la producción de textos en clase? ¿Es correcto (es bueno o adecuado desde el punto de vista didáctico) dejar que el alumno puntúe según sus propias hipótesis?
Todas estas preguntas son las que los docentes se formulan, sobre todo porque en el deseo de todo docente está el lograr que sus alumnos internalicen y conceptualicen determinadas regularidades para poder ayudarse con ellas a seguir construyendo otras. Es la única forma que tiene el educando de crecer en su aprendizaje.
Todo esto es lo que intentaremos reflexionar en estas sucesivas entregas. Comenzaremos, como debería hacerse siempre, por el principio. Y el principio es en este caso, según creemos, introducir el tema desde algún concepto relativo al tipo de texto conversacional y al texto literario en el que se inserta.

2. El relato y la conversación

2.1. Algunas precisiones sobre esta tipología.

En el texto conversacional están presentes dos enunciadores como mínimo. Esto lo convierte en algo distinto a los otros tipos de texto. Esta presencia compartida convierte la responsabilidad en algo compartido también. Como tipo, es prácticamente un macrotexto, puesto que esta construcción dialogada puede incorporar dentro de sí los demás tipos. En una conversación puede incluirse una narración, una descripción, una argumentación, una exposición.
En lo que concierne a la conversación en el relato, esta presencia de dos enunciadores se complica aún más, puesto que aparecen citados por un narrador, que retoma esos enunciados que en algún momento anterior a su presente de enunciación fueron emitidos por los personajes.
Aparte de esta complejidad comunicativa, se suma la esencia misma del relato literario, que es en sí mismo una ficción del escritor. Es este último quien crea ese mundo ficticio para deleite del lector.
En la narrativa contemporánea existen diversas formas de llegar al lector, para lograr captar su atención. El texto conversacional, incluido dentro de un relato, las más de las veces tiene como objetivo centrar en los personajes la atención del lector, y tanto se logra esto, que un lector inexperto muchas veces piensa que son los personajes parlantes quienes están en primer plano y se olvida del narrador, que es quien les ha dado permiso para salir a la superficie de su relato.
En este relato de Estrázulas el narrador sufre por no poder ayudar a su padre, pintor alucinado, cuyos movimientos acelerados al pintar la tela en un rapto de inspiración simulaban epilepsia. Ahora el hijo se lamenta de verlo enfermo e inmóvil.

Es inútil aclararle nada. Él no sabe lo que me duele verlo así, lo que daría ahora por encontrarlo en trance, con esa epilepsia que le venía de golpe, empastando arpilleras, como un loco lleno de salud. Y no como este enfermo. Todo indica que ese tiempo ha pasado.
-Mañana volveré –le digo porque no aguanto más la pesadumbre, no me soporto aquí-, le dejo los cigarros, viejo.
Ha mirado la cajilla con avidez y ya se dispuso a encender el primer cigarrillo, rompiendo la cajilla con la mano tullida. (Enrique Estrázulas. Los fuegos de Ansina).

No es casualidad que las palabras del narrador en tanto personaje hayan sido ubicadas justo donde lo fueron. Es, precisamente, el momento de mayor angustia, el momento de mayor tensión en ese episodio. El padre está enfermo y el hijo nada puede hacer al respecto, salvo ayudarlo cumpliéndole algún gusto.
En el texto conversacional inserto en un relato aparecen, entonces, los personajes hablando en la superficie del texto y no mediatizados por las palabras del narrador. Están a flor de piel, y el lector puede sentirlas al leerlas, y percatarse fielmente de ellas. Lo que nunca pensamos, no obstante, es que sus palabras son imitación de la oralidad, no son nunca oralidad pura. Y lo que realiza el narrador al citarlas es una aproximación a lo que pudo haber sido dicho, con ciertos elementos de oralidad, pero es siempre oralidad imitada.

2.2. La puntuación en la conversación.

Deben observarse en estas instancias de la lengua escrita, o deberían observarse, determinadas regularidades en lo concerniente a la puntuación. Tales son la aparición de rayas de diálogo o de comillas para abrir los parlamentos de los personajes y de guiones para abrir las aclaraciones del narrador. Cuando el personaje sigue hablando, las aclaraciones del narrador se cierran con otro guión. Tal es el caso del ejemplo de Estrázulas citado.

-Mañana volveré –le digo porque no aguanto más la pesadumbre, no me soporto aquí-, le dejo los cigarros, viejo.

Si el personaje no sigue hablando, no es necesario cerrar la aclaración del narrador, y el enunciado marca su finalización con un punto.
El texto de Los fuegos de Ansina continúa según este último parámetro:

-¿Así lo cuida usté? –me reprocha la italiana.
-Déjelo ... lo alivia.

Como se ve, estas posibilidades son cubiertas por la normativa. El uso de las comillas, para los casos en que los personajes emiten enunciados breves, puede ser otro recurso.
De todas las posiblidades respecto de citas del decir y del pensar de personajes de ficción hay muchísimas opciones. Cada escritor hace que sus narradores seleccionen algunas de ellas en sus relatos. Y existen, además, muchas transgresiones significantes. Ese es el motivo por el que seguiremos ocupándonos, en próximas entregas, de estos temas.

Noviembre de 2001.






i Carmen Lepre es egresada del Instituto de Profesores Artigas y profesora de Idioma Español en Enseñanza Secundaria. Dicta cursos de Teoría Gramatical en el Instituto de Profesores Artigas a estudiantes de Idioma Español y de Literatura, y cursos de Lengua y Literatura y Taller de Idioma Español en los Institutos Normales de Montevideo. Asimismo es docente asistente a la cátedra de Romanística y Español en Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.

La puntuación y el discurso referido

La puntuación en el discurso referido.

Carmen Lepre.

Existen en las propuestas de los escritores latinoamericanos diferentes formas de manifestar desde la escritura la multiplicidad de enunciadores del discurso que, además de "decir", pueden "pensar". Se pueden ver desde las opciones normativas hasta las que echan por tierra la puntuación con el fin de lograr en el lector una internalización diferente de los contenidos narrativos. Se puede decir que son dos polos que responden a una elección del autor literario para lograr la creación estética. En la misma obra, a veces, se encuentran varias opciones que se adecuan a los contenidos narrados.

Comencemos por observar el polo normativo. Al respecto, en el Manual de Ortografía de la Real Academia Española se recomienda el uso de algunos signos de puntuación para el discurso referido.

Las rayas pueden servir para manifestación, en la inserción de diálogos en el relato, de cambio de interlocutor. En este caso se escribe una raya delante de las palabras que constituyen la intervención. Cuando el narrador retoma su discurso para aclarar o precisar lo dicho por el personaje, también se usa una raya, que, si el personaje no continúa hablando, no debe cerrarse:

En el resto del valle tampoco supieron dar razón:
-Nuay, se jueron hace tiempazo -decían. (Ciro Alegría. La serpiente de oro)

Cuando el personaje prosigue su intervención luego de las aclaraciones del narrador, se deben marcar éstas entre dos rayas. Los signos de puntuación que marcan el fin del enunciado van posteriormente a la raya de cierre.

-Esto es un disparate, Aurelito –exclamó.
-Ningún disparate –dijo Aureliano-. Es la guerra. Y no me vuelva a decir Aurelito, que ya soy el coronel Aureliano Buendía. (Gabriel García Márquez. Cien años de soledad)

En contraste con la raya, que transcribe intervenciones habladas, las comillas marcan un pensamiento del personaje.

Era más alto que cuando se fue, más pálido y óseo, y manifestaba los primeros síntomas de resistencia a la nostalgia. "Dios mío", se dijo Úrsula, alarmada. "Ahora parece un hombre capaz de todo." (G. García Márquez. Cien años de soledad).

Así es como la Lucinda se halla en Calemar. Esta es la historia. "¿Y la Florinda?", se preguntarán. (Ciro Alegría. La serpiente de oro)

Las comillas también se observan en la reproducción de citas textuales de cualquier extensión. En el siguiente ejemplo, la cita aparece marcada, además, con otro tipo de letra.

Agrega el mismo escritor norteño, Alfonso Arinos de Melo Franco: “El enlace de los oficiales portugueses de las tropas de ocupación, con damas de la sociedad uruguaya, formaba parte de los planes políticos de Lecor” ¿Qué duda cabe? (Milton Schinca. Mujeres desconocidas del pasado montevideano)

Lo demás son preferencias personales. En toda la novela de Tomás de Mattos se aprecian las comillas para el diálogo en el texto narrativo, con las correspondientes aclaraciones hechas con rayas, cosa también prevista por la normativa.

Desde entonces, habrán transcurrido tres o cuatro minutos hasta que regresó el tape Ignacio. “Todo salió como usted quería, Coronel –le dijo-. Venado lo espera. Pero me dijo que le avisara que no confía en usted; que lo va a recibir porque lo necesita para soltar a las mujeres y a los hijos de la tribu. Me dijo que nunca se va a olvidar que don Frutos estaba mamado y usted no. Y terminó diciendo que usted sepa hacer y ordenar como un jefe sabio y prudente, porque al primer movimiento raro que hagamos, a usted lo matan”. (Tomás de Mattos. Bernabé, Bernabé)

En cambio, en este segmento de la ya citada novela de García Márquez las palabras de Úrsula aparecen con comillas, pero las aclaraciones del narrador no están marcadas entre rayas. Por el contrario, los dos enunciados de Úrsula aparecen citados cada uno con sus comillas, y las palabras del narrador solamente participan del primero. Es trabajo del lector inferir que las comillas siguientes están al servicio de la misma cita.

La mujer contó que había nacido con los ojos abiertos mirando a la gente con criterio de persona mayor, y que le asustaba su manera de fijar la mirada en las cosas sin parpadear. "Es idéntico", dijo Úrsula. "Lo único que falta es que haga rodar las sillas con solo mirarlas." (G. García Márquez. Cien años de soledad).


En el otro polo, con opciones que se acercan, unas más, otras menos, a una visión interna del fluir de la conciencia de los personajes, están el discurso indirecto libre y el discurso directo libre. Son recursos con los que se logra penetrar en el interior mismo del alma del personaje, para hurgar en ella a tal punto que la distancia entre narrador y personaje se ve reducida hasta casi desaparecer.

Ya en el centro, sintiendo el estertor de los maderos al cubrirse de aguas agitadas que le llegaban a veces hasta la cintura, enmudecía en un silencio que recapitulaba su vida.
¿Moriría como el Roge? ¿Y Calemar, y la mama Melcha y el taita Matías? El cocalito estaba ya verde, verde..., y al ají lo dejó coloreando. ¿Por qué el agua silba esa tonada que a él le gusta? ¡Ah!, la china Lucinda ni se imaginaría! ¡Y la caisha Adán, sin taita! ¡El pobre viejo, ya tan viejo, suspiraría por los hijos al no poder pasar él solo este río descorazonado!... (Ciro Alegría. La serpiente de oro)

Son más imprecisos aún los límites en el próximo ejemplo de discurso indirecto libre, especialmente por la condición del narrador, puesto que él mismo es un personaje de la historia:

En todo esto nos pasábamos el tiempo. Yo no ponía mano en mi platanar y don Matías no llegaba a irse al Recodo del Lobo. ¿Y qué sería del Arturo y del Rogelio? (Ciro Alegría. La serpiente de oro)

En las siguientes secuencias de dos cuentos de Benedetti se aprecia sin embargo otra de las opciones preferidas por la narrativa contemporánea, el discurso directo libre:

Sánchez recogió rápidamente el bolso, la boina, el llavero, que al entrar habían quedado sobre una mesa ratona. Antes de salir le dio un semiabrazo. Que no sea nada lo del botija, dijo Agustín. No te preocupes, se pondrá bien, ya conozco esos vaivenes, es más el susto de mi mujer que la fiebre del chico. Pero tengo que ir. (Mario Benedetti. Jules y Jim. En Geografías)

Cuando llegamos a la calle, Montse me miró azorada, estuve horrible, enseguida me di cuenta, estuve horrible pero por qué. No sé, le dije, y verdaderamente no sabía, así que la abracé y estaba temblando, y así, medio abrazados, nos fuimos a casa. (Mario Benedetti. Balada. En Geografías)

Los recursos para detectar un personaje u otro y diferenciarlos del narrador ya no están en manos de la puntuación, sino en manos de otros elementos del relato que conciernen a la gramática del texto y al sistema mismo de la lengua: los tiempos verbales, los pronombres personales. Estas formas lingüísticas se convierten en la verdadera manifestación de lo que en gramática textual se llama cohesión referencial, mecanismo que permite remitir a los personajes y a la situación vivida sin que medie puntuación, y muchas veces, sin que medien aclaraciones del narrador acerca de quién dijo qué cosa.

Cuando pasó, no demasiado tranquilo, entre Jules y Jim (es mi modesto homenaje a Truffaut, te acordás de la película, a mí me encantó), Agustín se asombró de su tamaño. ¿Y los tenés siempre sueltos? Claro, encadenados no me servirían. Además si estamos nosotros aquí, los de la familia, obedecen y no atacan, pero cuando vengo con los botijas y salen a jugar al jardín, entonces sí los ato, por las dudas. (Mario Benedetti. Jules y Jim. En Geografías)

Estos recursos provocan al lector, quien necesita elaborar estrategias diferentes al aproximarse a los contenidos de estos textos, en donde no todo está explicitado. Debe detenerse y pensar quién lo dice y a quién. Esta intención explícita de involucrar al lector está además asociada a una mayor influencia de algunos aspectos de la oralidad volcados al texto literario. En este caso, como en todos los casos de discurso referido, se trata de oralidad imitada, no real. De cualquier manera, si un lector se encuentra con un diálogo contado de esta forma, sin aclaraciones del narrador y con una puntuación que tampoco “narra”, puede surgir en él la imagen mental de una posible curva tonal de los enunciados de los personajes. De cualquier forma, el narrador pierde protagonismo, se deslíe entre las palabras de los personajes, que son los verdaderos protagonistas. Y en el otro extremo, el lector se transforma en otro protagonista, por su papel como decodificador de este juego lingüístico.
En último término está la ruptura total de las estructuras normativas que se aprecia en esta novela de García Márquez. La historia del universal dictador latinoamericano contada de manera irreverente genera un caos en la mente del lector por la ausencia de una puntuación canónica. Esta misma puntuación pseudo-caótica muestra el fluir permanente de la mente de su protagonista y el caos de su propio mundo.

...ya verán que con el tiempo será verdad, decía, consciente de que su infancia real no era ese légamo de evocaciones inciertas que sólo recordaba cuando empezaba el humo de las bostas y lo olvidaba para siempre sino que en realidad la había vivido en el remanso de mi única y legítima esposa Leticia Nazareno que lo sentaba todas las tardes de dos a cuatro en un taburete escolar bajo la pérgola de trinitarias para enseñarle a leer y escribir, ella había puesto su tenacidad de novicia en esa empresa heroica y él correspondió con su terrible paciencia de viejo, con la terrible voluntad de su poder sin límites, con todo mi corazón, de modo que cantaba con toda el alma el tilo en la tuna el lilo en la tina el bonete nítido, cantaba sin oírse ni que nadie lo oyera ... (Gabriel García Márquez. El otoño del patriarca)

Son, sin duda, situaciones narradas buscadas por el autor, quien crea personajes y narrador para contar historias que deben llegar de una manera u otra al lector. Cuanto más logre el lector internalizar pensamientos, ideas, sentimientos y palabras del personaje que está conociendo a través del relato que lee, más podrá predecir, entusiasmarse, lamentarse, evaluar situaciones, sonreír, alegrarse, odiar o sufrir con él. Presencia o ausencia de puntuación son, por lo tanto, igualmente significantes.
No obstante lo dicho hasta acá, se debe tener en cuenta de que estas “libertades” de estilo son válidas en el discurso literario. El docente podrá mostrar a sus alumnos las dos vetas. Por un lado, la normativa, que es la que sus alumnos deben conocer. Por otro lado, y en los casos en que los textos trabajados en clase lo posean, podrá llevar a sus alumnos a la reflexión acerca de cuáles son los contenidos significativos que estas puntuaciones no canónicas entrañan. No son, estas últimas, un modelo a seguir por los alumnos, sino un ejemplo de la riqueza de la lengua escrita y del discurso literario en especial, que los alumnos deben aprender a valorar.

noviembre de 2000

jueves, 18 de agosto de 2016

Cuando el pospretérito deja de asertar, anexo

Cuando el pospretérito deja de asertar, Anexo

9. Anexo
Material del proyecto “dies. rtv”

Clasificación de los ejemplos del corpus:
  • Marcadores conversacionales. 26
  • Oraciones condicionales 6
  • Pospretéritos 3
  • Neutralizaciones modales:

  1. Condicional de modestia 3
  2. Condicional del rumor 24
  3. Posibilidad en el presente 22

1. Algunas observaciones previas

Si bien en este trabajo no nos hemos ocupado de los marcadores conversacionales del tipo diría, se podrá ver por el número de ocurrencias que son cuantiosos. Casi tanto como los significados de aserción dudosa del condicional a los que hemos dedicado el trabajo. En cuanto a su significado, podemos decir que, si bien no estamos en condiciones de realizar una generalización, lo cual sería burdo sin un estudio minucioso de ellos, el significado de las formas condicionales en estos marcadores conversacionales se asemeja bastante a los que se han estudiado específicamente aquí. No es lo mismo, no produce el mismo efecto en el interlocutor, (no obstante la desemantización que es intrínseca a la naturaleza de los marcadores conversacionales) un marcador como digo, que un marcador como yo diría. En el segundo caso, hay una evidencia marcada de ausencia de compromiso, una necesidad de cubrir lo que se está diciendo de un cierto barniz de “no me comprometo demasiado”. Por lo tanto este marcador opera, en el discurso, como un modalizador.

2. Marcadores conversacionales


  1. Este, también existe, no sé, como otra iniciativa te podría decir que uno observa con buenos ojos la comisión investigadora a nivel parlamentario sobre la situación de la niñez carenciada, por ejemplo.
  2. Sabemos que en algunos lugares, en particular, en algún plenario departamental, Paysandú por ejemplo, este, se ha estado trabajando bien, en Artigas tengo la información fragmentaria pero, este, no hay al día de hoy yo no me atrevería a decir que hay una campaña verdaderamente nacional en lo que tiene que ver con la recolección de firmas.
  3. Los españoles que nos trajeron, la agencia de cooperación española que nos trajo la experiencia de, yo te diría, de un país de primer mundo, ¿verdad?, en donde los problemas son, por supuesto, totalmente distintos.
  4. Tiene más atribuciones, yo diría, desde el ángulo, desde el ángulo municipal. Pero tanto Olivio como, como Carvalho expresaron la experiencia de Porto Alegre como experiencia muy viva, pero en donde lo que era, yo te diría, lo que era sinónimo con nosotros, con nuestra experiencia municipal ciudadana, era la preocupación por la gente. Nosotros, creo que a veces se da de barrida y se trata de minimizar el hecho que Tabaré dijo: si tengo que priorizar de tapar un pozo y darle de comer a un niño, le doy de comer a un niño, solamente lo puede dar de barato quien no conoce el hambre y quien vive, yo te diría, este, separado de lo que es la realidad ciudadana. Yo creo que nosotros necesitamos tapar muchos más pozos, necesitamos mucho más iluminación. Es cierto, necesitamos mejorar los aspectos de la gestión municipal muchísimo más, pero yo te diría que lo que la ciudad precisa y el país precisa es que rápidamente no tengamos niños con hambre y no tengamos niños con la necesidad tremenda que realmente tenemos.
  5. Personalmente creo, no solamente personalmente, me atrevería a decir que los que estamos preocupados por este tema diríamos que en caso de que definitivamente la ley de Rendición de Cuentas en los artículos que se refieren a la seguridad social no pudiera ser derogada, dejada de lado mediante la campaña de firmas que se está llevando adelante, y el posterior plebiscito, sin ningún tipo de dudas, y sin dramatismo, pero anunciando una situación dramática...
  6. Y como dato, este, anecdótico, diría yo, se está inscribiendo mucha gente mayor.
  7. Pero yo diría que si tenemos que ver los grandes ejes de discusión política del programa, orientados a esa idea, gobierno departamental para cambiar el país, gobierno departamental para que las fuerzas del cambio, las fuerzas populares acumulasen fuerzas, no para hacer ollas...
  8. Yo diría que parecería ser que las calles nos quedaron muy chicas para la cantidad de vehículos que hoy están transitando.
  9. Yo te diría que en el MPP este sábado hubo un congreso que demostró que conversando y discutiendo con altura y tranquilidad las diferencias, que ojalá, yo siempre digo, ojalá nunca dejemos de tenerlas.
  10. Y bueno, allí la casa de Pablo Neruda se ha convertido realmente en un yo diría que en un museo de literatura realmente, ¿no?
  11. Yo te diría que hace unos veinte días, y teníamos una diez, quince personas que por las de ellos venían a firmar solos.
  12. Diríamos entonces que esta preocupación que tiene el autor del proyecto de monopolizar el total del sistema educacional en manos, como él dice, del estado, para él el estado es el gobierno y el gobierno en definitiva es el partido que ha vencido en las elecciones correspondientes, ese proyecto tiene raíces que se remontan clarísimamente a la época Mussolini, en la Italia posterior a mil novecientos veinticuatro.
  13. ...todo va a depender, va a depender mucho de cómo manejen los padres esa separación, o mejor, yo diría de cómo se manejen ellos después de separarse. F1> Sí y agregaría otra cosa que también importa y es la franqueza con que se manejen frente al hijo.
  14. Casi diría que elegí el lugar de mi exilio porque sabía que se mano tendida estaría allá para esperarme, y así fue.
  15. Ahora, esto no quiere decir que si a la mayoría de los niños se les diera a elegir, elegirían, obviamente, que los padres siguieran juntos, ¿no?, salvo esos casos extremos que hoy mencionamos donde la vida familiar es, este, una guerra gaucha, podríamos decir, ¿no?
  16. Yo diría que se está cumpliendo, un poco a medias, el pronóstico de que el mundial iba a imponer una pausa, o iba a tender un colchón de aire sobre los movimientos de los distintos contendientes en esa justa electoral.
  17. Parece más animado, diría yo, el panorama, de lo que uno hubiera esperado, al producirse el impacto del mundial sobre las elecciones.
  18. Yo le diría que críticas, bueno, siempre va a haber, es muy difícil manejar este tipo de población, de residente, los recursos no son siempre los que quisiéramos tener. Ahora, de los últimos tiempos las cosas, yo diría que están bastante bien.
  19. Yo diría que es una ironía la que ha hecho el doctor Lacalle, por cierto que a la luz de toda la controversia que se ha generado en torno a la candidatura a la Intendencia de Montevideo del Señor Carminati...
  20. Fíjese usted que el banco Mundial habla de la cartera social del Banco, el BID habla de la agenda social del banco, es decir que de alguna manera los temas sociales están teniendo una jerarquía yo diría que igualando otros temas que las esferas políticas siempre lo han tenido.
  21. Nuestro punto de vista es distinto, usamos el automóvil de manera distinta, tenemos menos automóviles entonces este, por ejemplo este caso de Punta Carretas es un centro, diría, urbano con características muy de ciudad.
  22. Bueno, le diría que la actitud de la gente en lo que nosotros detectamos, es la de ir a conocer, a informarse a pasear.
  23. Yo le diría que partiendo de una, de una intervención muy profunda del doctor Alberto Pérez Pérez, este, seguida de una intervención muy buena sobre los derechos de, los problemas de la tenencia de la tierra que hizo el doctor Patricio Rodé, que es un destacado urbanista, también nosotros, en la propia comisión de descentralización de Montevideo, lo trajimos en sus comienzos.
  24. Este, bueno, y yo te diría que el clamor del interior de la República era por saber cómo va la experiencia de Montevideo...
  25. Fue muy interesante, yo diría destaco realmente la intervención, las preguntas de los compañeros de Maldonado, de Lavalleja, de Salto...
  26. Y, yo le diría, que queremos los que estamos todos los días tocando los problemas de la gente y que, a los cuales no podemos dar explicaciones sino que hay que dar soluciones, ¿verdad?
3. oraciones condicionales y similares.
  1. Además si uno cambiara según lo que dice el comercio se limitaría bastante, ¿no? Es lo mismo que algunas personas como músicos hicieran.
  2. No podemos ir a contrapelo, sería un desastre, ¿no es cierto?
  3. Barbé explicó que de no aprobarse una disposición legal que autorice el cobro de este impuesto a los gasoleros el Ministerio estaría en una clara situación de desfinanciamiento porque no habría percibido los treinta y dos millones de dólares que recibía por concepto de IMESI.
  4. Ahora, esto no quiere decir que si a la mayoría de los niños se les diera a elegir, elegirían, obviamente, que los padres siguieran juntos, ¿no?, salvo esos casos extremos que hoy mencionamos donde la vida familiar es, este, una guerra gaucha, podríamos decir, ¿no?
  5. Y como decía acá el vecino de casa, este, que es un placer para nosotros, decía que en el barrio faltaba, que decía que no había artistas pese a que, siendo tan, un semillero, ¿no?, que a veces se dedica a la murga, otro a la tropical y siempre hay un muchacho, un guitarrista, que siempre, si se arrima hoy acá, tendría la oportunidad de mostrarse bien, ¿no?
  6. ¿Qué evaluación harías tú si tuvieras que hacer un informe de Uruguay sobre la Convención de los Derechos del Niño aquí ratificada en mil novecientos noventa?

4. Pospretérito
  1. No obstante agregó que sería imposible que expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica investiguen las instalaciones nucleares norcoreanas.
  2. Mientras tanto el actual director del Correo y del Instituto de la Juventud, INJU, Jorge Gandini, dijo que se sentiría cómodo y dispuesto a aceptar la candidatura común del Partido Nacional a la comuna capitalina.
  3. Casi diría que elegí el lugar de mi exilio porque sabía que se mano tendida estaría allá para esperarme, y así fue.

5. Neutralización modal.

  1. Contenidos de modestia.

  1. A mí me gustaría con el grupo de gente que quiera hacerlo, justamente apoyar el equipo técnico que en el área social esté trabajando en el Instituto Manuel Oribe, para incidir de alguna manera en la propuesta.
  2. Nosotros, por ejemplo, ahora que tenemos, tenemos al amigo Martínez acá, me gustaría, por ejemplo, hacerle algunas preguntitas a él referente a: ¿qué pasa que no se reparan los pozos de la calle, en particular donde el tránsito es mayor?
  3. ...y no dice qué fuente independiente, quién es, pero me parece, no sé, me gustaría que tú confirmes o no ese tipo de encares que hace La República.

  1. Posibilidad en el futuro y en el presente: condicional del rumor. negación implícita.

  1. La FIFA decidirá mañana la sanción a aplicarle al brasileño Leonardo. Según dicen podría perderse el Mundial. Leonardo de Araúlho, el jugador brasileño que fue expulsado en el partido de ayer ante Estados Unidos por golpear al uruguayo Tabaré Ramos que defiende a los norteamericanos, podría perderse el resto del mundial por el castigo que le impondrá mañana el comité de disciplina de la FIFA:
  2. Es un tema que lo va a reflexionar. Pero aparentemente todo indicaría que se volcaría en cuanto a su preferencia por el doctor Alberto Volonté. Según dijo el doctor Juan Carlos Raffo no se siente o no encuentra en el conductor del herrerismo, el doctor Lacalle, no encuentra el estilo y la conducta que debería tener.
  3. Este tema estaría en las conversaciones de hoy, según algunos medios de prensa.
  4. Indicó Bertoni que si bien mantienen los ajustes salariales de setiembre, enero y mayo, en el borrador se propone que la comisión que discutiría la productividad esté integrada también por OPP y se la incluya en el presupuesto y se cobre en el noventa y seis.
  5. Evangelina Salazar, esposa de Palito Ortega, podría ser postulada por el menemismo para la gobernación de Tucumán.
  6. Una redefinición política tendría que debatir la aceptación o no de la economía de mercado y propiedad privada, la lucha dentro del sistema o contra él y la validez o no del marxismo leninismo, aseguró Villalobos al explicar la crisis interna que abate actualmente a la izquierda.
  7. INAC podría definir una posición consensuada a favor de diseñar la reglamentación definitiva para la distribución de la cuota Hilton sobre la base de las normativas vigentes, según dijeron fuentes consultadas en el referido organismo.
  8. El Piñeyro del Campo está saturado y demandaría mayor presupuesto, dijo el doctor Juan Antonio García Rigoli.
  9. En el Interior del país habría candidatos a intendentes, fórmula común de sectores no frenteamplistas, según admitió Tabaré Vázquez. (puede ser presente o futuro)
  10. Está encaminado que con dieciocho años uno podría viajar al exterior sin permiso de los padres. M2> Como podría decidir casarse M1> Podría decidir casarse sin permiso de papá y mamá.
  11. ..de no votarse el proyecto de ley que regula el impuesto a los vehículos de gasoil, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas ingresará en una situación de colapso y no podría continuar con la doble vía en ruta uno que une Montevideo con Colonia.
  12. Esta muestra sería enviada a Buenos Aires, conociéndose el resultado setenta y dos horas después.
  13. El propósito del proyecto es descubrir los cambios en las temperaturas de los mares. Durante los primeros meses del proyecto los científicos desean transmitir un fuerte sonido por períodos de veinte minutos seis veces al día. Las señales podrían viajar debajo del agua hacia varios receptores ubicados a miles de kilómetros de distancia.
  14. Las preguntas versarían sobre supuestas causas abiertas en Europa, a lo cual el abogado defensor a estas personas, el doctor Gustavo Puig, dijo que se intenta ir contra todas las normas constitucionales uruguayas.
  15. Eso por un lado, por otro lado ha trascendido que la fiscalía se justifica diciendo que estos dos años serían descontados de una eventual condena en España. Y nosotros nos preguntamos: ¿Y si dado el caso fueran declarados inocentes, qué ocurriría? ...Y pensamos contar con el apoyo de la mayoría de nuestra gente porque pensamos que el pueblo uruguayo nos respalda y está, en este caso, del lado de los derechos, podríamos decir.
  16. ...habría un consorcio a través de cuatro de las empresas presentadas.
  17. ...no existen motivos que determinen su destitución más que la idea de eliminarlo de la empresa, tendría que ser reintegrado porque ese despido es nulo.. no rumor
  18. Sarney, el senador y expresidente, podría retirar su candidatura para la elección interna del partido Movimiento Democrático Brasileño, el PMDDB, el mayor de Brasil, que elegirá el domingo su candidato a la presidencia del Brasil y basándose en las encuestas Sarney podría presentar su candidatura fuera del PMDB.
  19. La intervención del gas natural, que pasaría por nuestro territorio y que la podría administrar la propia compañía del gas, digo, decimos que hay cosas bastante irregulares.
  20. Invertiríamos en educación, infraestructura y en servicios de salud, declaró el posible presidente de Brasil.
  21. Barbé explicó que de no aprobarse una disposición legal que autorice el cobro de este impuesto a los gasoleros el Ministerio estaría en una clara situación de desfinanciamiento porque no habría percibido los treinta y dos millones de dólares que recibía por concepto de IMESI.
  22. Pienso que el último domingo de mayo próximo podía ser una fecha apropiada para esta consulta, con lo que habría tiempo suficiente para los grandes debates nacionales que sobre el tema se pudieran hacer...
  23. Es un tema que lo va a reflexionar. Pero aparentemente todo indicaría que se volcaría en cuanto a su preferencia por el doctor Alberto Volonté. Según dijo el doctor Juan Carlos Raffo no se siente o no encuentra en el conductor del herrerismo, el doctor Lacalle, no encuentra el estilo y la conducta que debería tener.
  24. Entendidos en la materia, como el director de la militarizada policía nacional, expresó que muchas de estas bandas podrían estar conformadas por excombatientes del ejército.

  1. Posibilidad en el presente como hipótesis, no como rumor; negación de la aserción, no compromiso

  1. El Ministerio de Trabajo tendría que exigir que se cumpliera el convenio número noventa y ocho, porque la ley doce mil treinta del año cincuenta y tres lo obliga a eso, es decir, lo obliga a hacer respetar los convenios. Pero ¿qué dice el Ministerio de Trabajo? Dice: “¡Ah! Pero nosotros no tenemos una ley”. No la necesitaría, yo voy a decir por qué.
  2. Hay una cosa que se extraña del exilio, ¿no? Cosas a veces que uno no soñaría, no pensaría, la gente que está lejos, de repente, por las cosas más chiquititas, que nosotros acá no le damos importancia, a veces se le cae una lágrima.
  3. Habría que, de alguna vez, entrarle a todo lo que se promueve desde el campo del movimiento popular para adelante y no mirar de dónde viene o quién lo propone para decir sí o no.
  4. Yo calculaba que hoy podría venderse cuatro, cinco mil entradas.
  5. Che, hay un manejo también de imagen que no es para nada despreciable ¿no? Habría que aprender mucho de ese manejo.
  6. Y no, es que precisamente de la investigación periodística de todos esos casos surgen demasiadas coincidencias porque no solamente es una misma forma operativa, sino que aparecen los mismos nombres, es decir, este, ahí ya tendría que mezclarte otra cosita, pero, digamos que, este, en todos los episodios que pudimos descubrir en Asunción sobre el Archivo del Terror de la dictadura paraguaya, aquellos referidos a la coordinación represiva, se reiteran una cantidad de nombres de terroristas profesionales.
  7. Claro, lo que yo te decía es que hubo varios hechos que probarían que estamos ante una realidad.
  8. De alguna manera no se va a hacer oficialmente porque el viejo Arroqui a lo mejor para la gran mayoría de la opinión pública podría ser un anónimo como son la gran mayoría de los seres humanos y por los anónimos que son los que hacen el motor de la historia no se culpen minutos de silencio.
  9. La Chile no está habilitada. La tribuna Brasil es la que da la espalda a lo que podría considerarse el casco, el esqueleto del Frigorífico Artigas y lo que podría ser un poco más allá un poco todavía bahía, la calle Santín Carlos Rossi, más allá un poco todavía la curva Tabárez, en fin, Carlos María Ramírez, todo lo que es el Cerro.
  10. M2> Para abrir este espacio estaba previsto él, ¿verdad? M1> Tendría que estar empezando ahora.
  11. ..Es el argumento que permite plantear a la izquierda como una opción de poder o como una opción que podría acceder gobierno.
  12. Esto pasa a diputados. Parecería un hecho que se pudiera aprobar y nos parece bien.
  13. Yo no desearía que un hijo mío se casara a los diecinueve años. M1> O sea, usted preferiría que no, usted preferiría que... F1> Yo de casarse no, ahora de irse de la casa... M1> Sí.
  14. Y depende del caso, pero podría estar de acuerdo con usted.
  15. Yo no estaría de acuerdo con que se casaran a los dieciocho años. M1> Usted preferiría que no.
  16. Pienso que para votar tendrían que tener más edad y estar más, este, más empapados en la cosa.
  17. Por lo menos diez muertos serían y un centenar de heridos los que provocó la violenta explosión que como se sabe destruyó el edificio de la Mutual Israelita en Buenos Aires...
  18. Es un tema que lo va a reflexionar. Pero aparentemente todo indicaría que se volcaría en cuanto a su preferencia por el doctor Alberto Volonté. Según dijo el doctor Juan Carlos Raffo no se siente o no encuentra en el conductor del herrerismo, el doctor Lacalle, no encuentra el estilo y la conducta que debería tener.
  19. El día que se consigue el saneamiento hay un reconocimiento, se logró lo que durante treinta años otros gobiernos venían postergando. Pero ya al otro día la gente lo incorpora como elementos que siempre deberían haber estado en su realidad, y por lo tanto esa fuerza de la receta de un problema de obra, termina inmediatamente con la realización de la obra.
  20. Yo diría que parecería ser que las calles nos quedaron muy chicas para la cantidad de vehículos que hoy están transitando.
  21. Pero si ellos pueden mandar a alguien a buscarlo mejor, más rápido, porque tenemos también que enviar cosas a otros lados y nos estarían simplificando el trabajo.
  22. De todas maneras, creo que teniendo en cuenta los pocos días que nos quedan tendríamos que intensificar aún más este trabajo...

d) Un aparte: intercambiable por formas del subjuntivo fuera de las oraciones condicionales.

  1. ...por eso, tal vez nuestro cuerpo se haya acostumbrado un poco y se haya desacostumbrado al asombro que deberíamos tener, a la alegría, a la legítima alegría y emoción que debiéramos tener, cuando Nelson Mandela, un símbolo de la lucha a lo largo ya lo ancho del mundo, en este momento va a ser ungido como presidente de esa sufrida nación sudafricana.
  2. Noticia de Viena: la escasez de órganos de donantes constituye el mayor obstáculo para que se aplique el método del transplante en todos los casos en los que sería adecuado, dijeron hay expertos de un seminario internacional sobre el tema.



1 Es singular el criterio de análisis de las gramáticas tradicionales. No aparece en la superficie, pero adoptan en las caracterizaciones descriptivas de los distintos fenómenos de la lengua criterios lógicos, semánticos, funcionales. Es decir, todos los criterios que en el siglo XX aparecieron distinguidos y diferenciados ostensivamente. La gramática de la RAE especialmente posee todos estos criterios, pero entre líneas. Nada hay de ostensivo en su estudio lingüístico. Tiene todo su estudio un aparente barniz logicista. Pero hay más.
2 Aclaramos que en el trabajo expositivo la numeración será ajustada a la exposición y no será copia del número del ejemplo en el glosario final. Las razones son prácticas. Creemos que esta opción beneficia la exposición y respetar el orden del glosario la perjudica.


3 “Las bases gramaticales de la alternancia modal” en Indicativo y subjuntivo.